Me arrendé, pero sólo por un rato

Leyendo un blog por ahí me encontré con la siguiente pregunta: ¿Por qué escribo?

El cuestionamiento en cuestión me pareció de lo más hueón tonto insensato… No tanto en su formulación, sino más bien con el propósito buscado: Saber a quien le escribe, ya que tomando conocimiento de esto su seudo arte puede ser vendible y susceptible a ser corrompido por el mercado.

Es con este tipo de preguntas que se da forma a las fórmulas de ventas, en esas ecuaciones tan crueles marcadas por el conductismo. Si le damos A ellos comprarán B si se saca los calzones J X tendrá que masturbarse y así sucesivamente.

Yo no tengo la más mínima idea de porqué leen este Blog, aunque creo que puede ser por la posibilidad de descargar los discos, pese a que a mi me gusta creer que lo hacen porque leen lo que aquí se escribe. Todo eso da lo mismo, ya que lo único que importa es que el contador suba y con eso estamos listos.

Bueno creo que para variar me he metido en una maraña de incoherencia de la cual sólo me puedo salir diciéndoles que en esta vida nunca hay que venderse, sólo arrendarse por un rato al sistema y luego cagarlo desde adentro, o creer que lo estamos haciendo, ya que al final hagamos lo que hagamos las cosas van a seguir iguales por un buen rato, si como la Matrix: Los ricos más ricos y los pobres más tristes y pobres, ya que si se fijan bien estos últimos tienen más que hace 50 años con los ricos pasa lo mismo.

Los pobres de hace 50 año se morían por notar agua potable (al menos en Chile) pues bien, ahora se mueren por no poder estudiar y trabajar, ya que el goce del estudio se ha vendido para atrapar a la gente en la cárcel del aprendizaje continúo en pos de mejorar la producción.

Entonces en resumen, arriéndense al sistema un rato, sus sentimientos y a los sueños y pásenla bien el mayor tiempo que puedan, no dejando jamás que sus deseos les conviertan en prisioneros de los mismos; porque yo una vez lo hice y de verdad que se termina mal.