Disolviéndome en ti (Fade into you)

Mazzy Star Fade into you

El dolor y la pena lo inunda todo.
Todo la pena lo inunda de dolor,
Y es que el cielo se ha partido
Se ha perdido,
Escapado de donde nunca pudo regresar,
Pero si algo tengo cierto en esta oleada de in certezas,
Es que me estoy disolviendo en ti:
Muriendo, creciendo viviendo...

No quiero verla más...

Hay quienes viven de amor, otros en cambio mueren por él.
Hay quienes ven su felicidad en una mujer, pero otros ven en ella su perdición

Y si no creen escuchen esto del grupo español Estopa que demuestra que es la mujer y todo lo que ella conlleva la verdadera dueña del mundo, y del hombre que vendría siendo lo mismo…



No quiero verla más

PD: Tiene que ser una mujer muy mala la que se ganó tan tamaña dedicatoria.

Anoche soñé contigo...

El sueño es quizás por mucho la máxima expresión del deseo por el sentirse incompleto, y es que como una vez cantara Joaquín Sabina, “Los besos que duelen no son los que se dieron, sino los que no entregaste”. Y así este se nos va formando convirtiendo lentamente en una dolorosa quimera que dependiendo del nivel de lo no alcanzado es el grado en que nos afecta. Por ejemplo el sueño de que Chile sea campeón mundial de fútbol ya da lo mismo, porque todos tenemos asumido que eso nunca pasará a menos que nacionalicemos a medio Brasil. Pero cuando se trata de amor nunca se asume la no correspondencia, ya que la humanidad es el único grupo animalesco de este planeta que tropieza no una, sino dos o tres veces con la misma piedra, botella, ralla… Y así esta quimera inconclusa pasa a convertirse en el motor que moviliza la maquinaria en la que se convierte nuestro cuerpo buscando cualquier indicio de agua que permita enfriar la tristeza que se lleva adentro, esa que no quema, pero que mata como ese vino que por 2 lucas te llevas con una bebida. Sin embargo por asares del destino (cuea para ser más explícitos) a veces hay quienes logran cumplir su sueño, porque este se vuelve real, tan real como la gente que no puede comprar el pan, o como esos viejitos que por tan solo una moneda te recuerdan medio volumen de la enciclopedia. Esos son los que a veces te dicen “soñar no cuesta nada, sólo se requiere un poco de tiempo”. Y es que finalmente para que un sueño se vuelva real sólo hay que insistir aunque en eso se nos baya la vida, al decir anoche soñé contigo…